La Asociación Brasileña de la Industria deTrigo (Abitrigo) se pronunció en contra del trigo transgénico (HB4), desarrollo del grupo Bioceres aprobado en Argentina, y adelantó que esa será la postura que llevará a la audiencia pública que se realizará en Brasil para definir si aceptan el ingreso a su mercado interno.
La aprobación del cultivo OGM en Brasil es clave ya que esa fue la única condición que puso el gobierno nacional para aprobar el desarrollo del grupo Bioceres, con base en Rosario, de la primera semilla resistente a sequía.
Y el ok del socio del Mercosur es fundamental ya que es el principal destino del trigo y la harina argentina. Y si ellos no permiten su ingreso, al menos por ahora, la comercialización en el país del de la nueva semilla no tiene mucho sentido.
Precisamente, el Centro de Exportadores de Cereales (CEC) y la Federación de la Industria Molinera (Faim) y la Federacion de Entidades Acopiadoras -con apoyo de las principales Bolsas cerealeras- ya habían advertido en el fin de semana las complicaciones comerciales que puede generar el cultivo de un trigo transgénico en el país habida cuenta de que se trata de un cereal, que a diferencia de la soja, no tiene OGM en sus semillas.
“En una encuesta interna promovida por Abitrigo entre molineros brasileños, el 85% no favorable al uso de trigo transgénico y el 90% informó estar dispuesto a interrumpir su compras de trigo argentino, si se inicia la producción comercial en ese país y su exportar a Brasil”, señala la Asociación Brasilera de la Industria del Trigo (Abitrigo).
“Por otro lado, no hemos identificado ningún movimiento de demanda de los consumidores brasileños por soluciones transgénicas, por el contrario, hay manifestaciones publicado por asociaciones de consumidores con restricciones sobre el uso de estos productos transgénicos. Opiniones emitidas en eventos regulatorios, procesos legales y las manifestaciones de las agencias de protección al consumidor y al consumidor permiten inferir que el mercado brasileño es reactivo y preocupado por la adopción de comida transgénica”, agregan los industriales.
Abitrigo advierte que los costos de segregar en las plantas el trigo OGM del trigo convencional se trasladará a los precios que paga el consumidor. A la luz de todos estos hechos, la entidad brasilera hizo pública su posición contraria al uso de esta fuente alternativa de generación de alimentos.
“El trigo argentino representa alrededor del 60% del cereal consumido en Brasil. Abitrigo siempre ha apoyado la investigación científica del trigo en Brasil, que prioriza la seguridad alimentaria en su desarrollos, siempre en línea con las demandas del consumidor, sin dejar de lado factores de productividad necesarios en el campo. Abitrigo se manifestará contrario a la comercialización tanto de harina como de de trigo transgénico en el transcurso de la audiencia pública convocada por el gobierno, a solicitud de la empresa argentina productora de trigo transgénico. En el mismo sentido, la Asociación debería solicitar a las entidades gubernamentales brasileñas que no autoricen la comercialización de estos productos en Brasil”, concluyen.
Cómo se nota en los párrafos finales, el comunicado de Abitrigo no sólo expresa sus reparos a que el desarrollo sea argentino sin que en otro punto también dice que “fuimos informados de la posición en contra de la producción y comercialización de productos transgénicos, manifestada públicamente y con la autoridades de ese país por parte de la Faim y el CEC”.
El 7 de octubre pasado el Ministerio de Agricultura anunció que concretó la aprobación regulatoria de una tecnología de tolerancia a sequía única a nivel mundial que es el resultado de una colaboración público-privada de más de 15 años entre Bioceres y el grupo de investigación de la Dra. Raquel Chan (Conicet-Universidad Nacional del Litoral), responsable del descubrimiento.
En lotes de producción y ensayos a campo llevados a cabo durante los últimos 10 años, las variedades de trigo HB4 mostraron mejoras de rendimiento en promedio del 20 por ciento en situaciones de sequía. La incidencia de este fenómeno ha aumentado su frecuencia en el contexto del cambio climático global, afectando cada vez más la estabilidad de los ecosistemas agrícolas. El proceso desregulatorio del trigo HB4 ha sido iniciado ya en Estados Unidos, Uruguay, Paraguay y Bolivia. La Compañía también se encuentra preparando presentaciones para Australia y Rusia, así como en otros países de Asia y África.
Ante la novedad, como se dijo más arriba, las cámaras agroindustriales -con el apoyo de la Mesa de Enlace- pusieron sus reparos y emitieron un comunicado conjunto detallando sus preocupaciones. “No tenemos dudas que el trigo HB4 no tiene riesgos ambientales ni de salud pública, y que el Senasa y la Conabia han realizado sendos estudios técnicos que así lo confirman. Pero llama la atención que el Gobierno decida de forma unilateral, sin consultar a los representantes de la cadena del trigo, la aprobación comercial. Más aun, muchos de nosotros remitimos notas con aportes y opiniones al Ministro de Agricultura y no se recibió respuesta alguna. Es nuestro deber económico y social, defender a la cadena del trigo frente a riesgos comerciales que puedan ocasionarse”,señalaron.
“El mercado mundial del trigo alcanza las 175 millones de toneladas anuales y el de harinas a los 18 millones y los dos en su totalidad son no transgénico, condición que lo diferencia de los mercados de maíz, soja y algodón. En varios países del mundo se intentó hace años, lanzar eventos en trigo que no pudieron prosperar debido a la reacción negativa de los mercados compradores. Es por ello que esta aprobación reviste condiciones especiales y altamente riesgosas”, agregaron las entidades agroindustriales.
Sobre la decisión de Brasil, en 2015, el 86% de nuestras exportaciones de trigo se dirigían a Brasil, con lo cual parecía razonable mantener una política espejo con dicho país a la hora de aprobar eventos en ente producto. Ahora, Brasil representa cerca del 45% del total de ventas de trigo al mundo.
“No solo se ponen en riesgo las exportaciones de trigo y harina, sino también de pellets, almidón, gluten, panificados, fideos y todos los productos del segundo procesamiento donde existen miles de PYMEs que actúan en esta cadena”, alertan.
“Por otra parte, el mercado argentino no tiene experiencia en consumir trigo transgénico, y ya existen pedidos de parte de empresas alimenticias nacionales e internacionales que operan en nuestro pais, de comprar únicamente harina o trigo no transgénico. El uso comercial nacional del trigo HB4 impactara en los precios y abastecimiento de trigo en el país. El daño que se produciría al mercado de trigo argentino sería irreparable e irreversible, toda vez que la contaminación se propagará y la segmentación resulta inviable. Se pondría en riesgo los esfuerzos conjuntos (público / privado) realizados para consolidar nuevos mercados y expandir fuertemente las exportaciones”, concluyó el comunicado conjunto